El hecho de amasar riquezas material, sin dejar que circule en beneficio de la humanidad, hace que la persona se sienta desdichada y sea destructiva. El comporta miento egoísta indica pobreza interior y soledad. Algunos, para llenar ese doloroso vacío, tratan de acumular todo aquello que pueden incluso poder comida relaciones, dinero y posesiones. La pobreza es el miedo constante a no tener lo suficiente y persiste incluso cuando hemos acumulado riqueza material en abundancia.
La riqueza material aporta muy poco a la riqueza interior de amor, y libertad.
La riqueza material puede proporcionarnos un gran placer siempre y cuando no nos asuste tener que renunciar a ella por alguna razón el temor a perderla es una señal de apego.
Para que la vida progrese y se expanda lo viejo tiene que hacer sitio a lo nuevo.
Solo el miedo impide fluir el miedo al rió de la y la vida y la abundancia.
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